PRESENTACIÓN
Bienvenido a mi blog estimado visitante,
permíteme que me presente; mi nombre es Ricardo de Vega y tengo 48 años, soy Ingeniero Industrial Eléctrico y un gran aficionado a los juegos de mesa y wargames. Aunque soy andaluz de nacimiento (nacido en Almería) soy hijo adoptivo de Ponferrada (León) donde pasé casi toda mi juventud, hasta que me vine a vivir a Valladolid donde cursé mis estudios universitarios. He trabajado durante muchos años como técnico de pararrayos, durante los cuales he impartido cursos de formación a colegios de ingenieros, arquitectura u organismos oficiales sobre ese tema, como parte de mis numerosas funciones.
Gracias a mi afición por los juegos de mesa, he sido jefe del taller de rol y juegos de mesa de CIMA (Ciudad Mágica), que es una organización juvenil dependiente del Ayuntamiento de Ponferrada. Allí estuve al cargo de organizar actividades, captar nuevos chavales que nos visitaban y ayudarles a integrarse en los diferentes grupos de juego. Fue una experiencia interesante en la que organizábamos un montón de actividades y talleres y nos divertíamos jugando todos juntos. Fueron buenos tiempos... 😄
También soy el presidente de la asociación de Juegos de Mesa y Wargames "Tableros y Dados", cuya página en facebook podéis visitar aquí.
Pero llegó la crisis y me quedé sin trabajo, con lo que he tenido que moverme a nuevos campos laborales y ahora busco un hueco en la educación secundaria como profesor de matemáticas.
Al menos yo estaré expectante de cómo poder utilizar los Juegos de Rol en clase, en las tutorías... formando a tus compareros del claustro... a los del Máster... ¡Gracias por sugerir!
ResponderEliminarHola Ricardo, seguro que encuentras la manera de utilizar los elementos de los juegos en tus enseñanzas en clase. Lo veo un recuros muy bueno para captar su atención y lograr mas integracion, un saludo
ResponderEliminarHola Ricardo,
ResponderEliminarhabiendo sido asidua jugadora de rol, me encanta ver que hay más gente que ve las amplias posibilidades que estos mundos ofrecen.
Estaré muy pendiente de este rinconcito que has creado, pues creo que la gamificación y adaptación de la enseñanza a los juegos pueden reportar grandes mejoras en la atención y el rendimiento.
¡Me quedo por aquí leyendo!
Un saludo.
Hola Carla, como ves he orientado mi blog más a los juegos de mesa que a los de rol porque, incluso hoy en día, no están muy bien vistos (España es un país de leyendas negras).
EliminarPero sí que se usan mucho los juegos de rol en las aulas. Sobre todo porque son baratos, fáciles de improvisar (con papel, lápices y gomas basta) y te permiten trabajar aspectos importantes de la personalidad de los menores.
Si me da tiempo haré una entrada centrada en este tema.
Para menores de todas las edades recomiendo los juegos Magissa y Hora de Aventuras. Excelentes juegos de rol que puedes usar con menores a partir de los 5 ó 6 años.
¡Que cierto Ricardo!
EliminarAún así, la propuesta es maravillosa. Creo que la gamificación es un campo que está aún por explotar en educación y que va a traer grande alegrías en un futuro, quizás de la mano de gente como tu y como yo que hemos sabido, además de disfrutar, trascender del hobby para encontrarle una utilidad. ;)
¡Hola Ricardo! Mi compi cercano en clase, de atribución causal, el profesor adjunto, el regidor para que digamos aquello de "si alguien tiene alguna pregunta..." en las presentaciones de los blogs...Te he denominado ya de mil maneras diferentes y aun así me sigues hablando, todo un logro. Bromas aparte, ya te dije y te repito que admiro profundamente a las personas que se reinventan después de haber estado ejerciendo una profesión durante muchos años, que en vez de hundirse en el pozo de la desesperación con ese "¿Y ahora que hago yo?", cogen sus apuntes y su bolígrafo y piensan "Allá vamos, seré profesor”. Todo un ejemplo a seguir, sin duda alguna. Y ahí va mi pregunta... ¿cómo inculcarás a tus futuros alumnos la importancia de los juegos y el aprender jugando sin caer en la excesiva competitividad entre ellos y el ansia de ganar a toda costa? ¡Un abrazo!
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